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No es moda: escribir con perspectiva de género es necesario



Con el paso de los años, todo aquello que vemos en las pantallas lo apropiamos como un reflejo de la realidad en que vivimos, lo que nos representa y mostramos como sociedad. Durante décadas la diferencia marcada entre hombres, mujeres y personas no binarias se hizo evidente en el cine y la televisión. No hay mejor momento que ahora para darle un giro a la historia.


Mucho se habla de la perspectiva de género, de igualdad, respeto y equidad frente una población que ha sido relegada, violentada y suprimida en distintos eslabones de la sociedad, minimizando en gran sentido su razón de ser y existir. Hoy insistimos y resaltamos que escribir con perspectiva de género no es una moda, es una necesidad.


Perspectiva de género para desnormalizar


Escuchamos tanto el término, que damos por sentado que sabemos de qué se trata. Aquí hablamos de un punto de vista vital que pretende identificar y cuestionar la discriminación, desigualdad y exclusión de personas con relación a las atribuciones que la sociedad hace de ellas según género. Hablar de Perspectiva de Género es también considerar las acciones que deben emprenderse para crear las condiciones de cambio en pro de la igualdad de género.


La tarea desde la escritura audiovisual es precisamente esa: cuestionar y transformar los relatos.


¿Pero cómo lograr esto?


La tarea no es sencilla. Fomentar en nuevas y viejas generaciones la posibilidad de un pensamiento crítico y justo, frente a las necesidades y requerimientos de las mujeres y las personas de la comunidad LGTBIQ+ que han sido luchados y reclamados a lo largo de la historia es el primer paso. Desde la escritura, esto nos implica entender la función dañina de los estereotipos que refuerzan una versión única de las mujeres, por tanto tiempo tomadas por débiles y a merced del otro, o por ejemplo de las personas trans, a quienes se les toma por perturbadas, confundidas y se les remite a dos únicos oficios: la prostitución y la peluquería. La autora Chimamanda Ngozi Adichie es muy clara al afirmar que la consecuencia del relato único es que “priva a las personas de su dignidad. Nos dificulta reconocer nuestra común humanidad. Enfatiza en qué nos diferenciamos en lugar de en qué nos parecemos”.


Traer este enfoque a la mesa es vital para permitir y crear espacios que fomenten el cuestionamiento y abran la posibilidad de contenidos más plurales, donde quepan todas las voces e identidades.


En términos de creación, la responsabilidad al escribir nuevas historias debe pasar por superar que la identidad de género de nuestros personajes es el único conflicto posible en su vida. Incluso pensar que SIEMPRE es un conflicto resulta problemático. ¡Que no se nos vuelva un lugar común! El reto es construir personajes desde distintas dimensiones y facetas. Una persona puede ser una astronauta, madre o barrendera y su identidad de género no tiene que ser la protagonista de su conflicto necesariamente.


¿Qué se está haciendo?


El ejercicio en Iberoamérica ha tomado mucha fuerza en los últimos años y es allí donde resaltamos la labor de organizaciones que luchan, fortalecen y potencian la formación frente al discurso y representación inclusiva en los distintos espacios y escenarios posibles.


Las siguientes son sólo algunos de los muchos proyectos e iniciativas que propenden por una cultura con mayor intervención de una perspectiva de género, inclusiva y respetuosa con las distintas maneras de ser. Esperamos que sigan apareciendo muchos más:

  • Coofilm (España): equipo multidisciplinar de mujeres y hombres que trabajan para impulsar la cinematografía contemporánea femenina a través de procesos colaborativos, realizan de manera periódica un programa de residencias de co-creación dirigido a mujeres cineastas.

  • Killary CineLab (Colombia): laboratorio cinematográfico virtual con perspectiva de género que desde la investigación, formación y fortalecimiento de proyectos fomenta la circulación de información frente temas alrededor de la mujer y equidad de género.

  • Bendita Tú (Argentina): curadoras audiovisuales con perspectiva de género y diversidad que promueven la exhibición de arte audiovisual híbrido de no - ficción y experimental, visibilizando el cine emergente realizado por mujeres, trans y personas no binarias.

  • Ciclo Rosa (Colombia): muestra cinematográfica, con más de 20 años de historia, que busca visibilizar y dialogar alrededor de las culturas audiovisuales LGBTIQ+.

  • Mujeres al borde (Colombia): equipo activista y transfeminista, disidentes de las normas del género y la sexualidad, cuentan con programas continuos que buscan reivindicar el derecho a la libertad y la diversidad.

Para profundizar en este tema y ponernos manos a la obra en la escritura, durante la II Semana del Guion, tendremos el seminario virtual ‘Hacer y escribir cine con perspectiva de género’. Del 31 de octubre al 4 de noviembre, tendremos cinco sesiones reflexivas y creativas para generar relatos de personajes potentes que se alejen de estereotipos alrededor de la mujer y la comunidad LGBTIQ+, las temáticas que se abordarán son:

  • Repensar la escritura de arquetipos en personajes femeninos - Ana Sofía Osorio, directora y guionista colombiana.

  • La violencia contra las mujeres en el cine - Paloma Navarro Nicoletti y Belén Ruiz Jelenic (Bendita Tú), Argentina.

  • Buenas prácticas para combatir el sexismo en relatos audiovisuales - Gabriela Gracés (Coofilm) y Goizeder Urtasun (CIMA), España.

  • Romper las estructuras: las dinámicas de la escritura libre y queer - Thais Guisasola, directora y guionista brasilera.

  • Polifonía en la escritura: sobre género y otras derivas - Natalia Imery, directora y guionista colombiana.

Si deseas participar, debes inscribirte y hacer tu pago en línea. Puedes encontrar más detalles e información ingresando a este link:


*La II Semana del Guion es organizada por la Fundación Algo en Común en alianza con el XIV Festival Internacional de Cine de Cali.


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